Pediatría Bio-Psico-Familiar

El ser humano no es solo la manifestación física del un cuerpo, es algo mucho más complejo y apasionante que esto.

Es en la infancia donde se fraguan nuestros “cimientos”, donde se establecen las bases de nuestras futuras relaciones interpersonales y de nuestra salud física y emocional. No es tan solo un periodo de tránsito hacia la adultez, es precisamente una etapa crucial en nuestra configuración como seres humanos. 

Por las características propias de este periodo, la gran inmadurez, vulnerabilidad y dependencia, es necesaria la cercanía del cuidador  y su protección.

Y es así, y solo así, en su presencia amorosa, facilitando un entorno seguro y estimulante, que se va desplegando todo nuestro potencial. 

En este sentido, “ser padre” es una de las experiencias más estimulantes y satisfactorias que puedan vivirse sin duda. Implica mucho más que el cuidado del cuerpo, más que el estímulo para llevar una dieta saludable, más que unas normas y la preocupación por su formación desde el punto de vista académico. Ser padre exige conciencia, conectar con uno mismo para poder ser  “roca firme y segura”, acompañándoles e inspirándoles desde nuestra mejor versión. Para educar no solo hay que saber, hay que “ser”, porque solo el ejemplo arrastra. En este sentido, educar es compartir una metamorfosis, nosotros crecemos también con ellos.

Si nos preocupan nuestros hijos, ocupémonos de nosotros. El apego seguro es el mayor regalo que les podemos hacer.

Ofrecemos un espacio donde acompañar a las familias en esta tarea tan importante, cuidando el vínculo desde la gestación, facilitando de este modo un adecuado desarrollo emocional en el niño.

Tratando de identificar y acompañar también en situaciones de riesgo y conflicto afectivo cuando sea necesario.

Cuidando la primera infancia estamos facilitando adultos más felices.

¡En Centro de Fisioterapia Aquiles cuidamos de toda la familia!